El proceso de recuperación de calor en las calderas consiste en aprovechar el calor desperdiciado (Gases de combustión) en el proceso, este calor es reutilizado y por lo general su temperatura está por encima de la temperatura del ambiente.
Recuperar el calor en las calderas tiene como objetivos:
- Llevar a niveles inferiores la temperatura de salida de los gases de la chimenea, esto con el fin de aprovechar la energía calorífica residual al máximo.
- Aumentar la eficiencia energética de la caldera como en la eficiencia global de la planta.
¿Por qué recuperar los gases de combustión?
Estos gases de la combustión son calientes y una cantidad de energía calorífica se va a través de la chimenea siempre.
¿Cuándo debemos recuperar los gases de combustión?
Cuando la planta esté siempre operando a plena carga.
¿Qué hacer con la energía calorífica o calor residual?
Calentar el agua de alimentación a la caldera con un intercambiador de calor, llamado Economizador.
Precalentar el aire de la combustión.
En calderas industriales es recomendable instalar un equipo que recupere el calor residual, este equipo se denomina ECONOMIZADOR, que es un intercambiador de calor de gases y agua, que recoge los gases procedentes de la combustión, esto después que dichos gases hayan pasado por las distintas etapas como la generación y sobrecalentamiento. El calor captado es utilizado para calentar el agua de alimentación a la caldera, produciéndose así un menor consumo de combustible y un mejor aprovechamiento de los recursos.
Básicamente la recuperación de calor en las calderas implica una disminución de la temperatura de los gases de combustión, esto indica que al disminuir aproximadamente en 20 °C la temperatura de los gases de escape se incrementa el grado de eficiencia por 1% aproximadamente.
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